Hace dos semanas tuve la dicha de "atreverme a andar" en Salta ,la linda, con el testimonio de los "milagros inesperados"de este blog y del libro que lleva el mismo nombre publicado en noviembre de 2018.
Antes que nada quiero agradecer a todos los que se "animaron también a andar" y asistieron a la charla, quizás sin saber muy bien qué iban a escuchar, pero como dije esa noche no creo en las casualidades y todos esos "caminantes" estaban allí por algo o mejor dicho para algo.
Todos de una u otra manera pudieron escuchar con el corazón y comenzar de a poco a sanar las heridas propias.
Por supuesto que no es fácil, el camino es arduo y se van dando pequeños pasos ...A veces sentimos que avanzamos y otras que retrocedemos diez casilleros pero así es la vida: dinámica, imprevisible, contradictoria y apasionante a la vez! Lo importante es mantenerse en movimiento. Sólo así podremos ir caminando con un sentido, mientras vamos sanando nuestras heridas y aprendiendo en esta escuela de la vida.
Es cierto que yo fui valiente en compartir mi historia (como me dijeron ese día) pero igual de valientes fueron todos los presentes, ya que se animaron a adentrarse en temas como la enfermedad y la muerte, temas que nos incomodan y de los que no nos gusta hablar, digamos que no tienen buena prensa , pero son inevitables porque son parte de la vida; son las dos caras de la misma moneda: luz/ oscuridad, alegría/ tristeza, salud/enfermedad, vida/muerte.
Poder hablar de lo que nos pasa, de lo que sentimos, de nuestras penas y dolores es el primer paso para empezar a sanar, para ir corriéndonos del "por qué" y tratar de encontrar el "para qué".
La transformación ,como en el caso de la metamorfosis de la mariposa, es lenta y es un proceso individual, muy íntimo. Así como el gusano pasa de convertirse en "un bicho que se arrastra"para transformarse luego en una bella mariposa que despliega libremente sus alas y se permite ver el mundo desde otro lugar, así también es posible ir transformando ese dolor que nos arrastra para convertirlo en amor en acción.
Si duele mucho es porque amamos mucho y ese amor no se pierde ni se desvanece, sigue intacto y más aún, se profundiza porque alcanza el nivel más puro y sublime, el amor en su máxima plenitud. El amor de los seres que partieron es más incondicional que ningún otro porque conocieron cara a cara ese "amor incondicional"del Padre y estarán eternamente a nuestro lado.
Si bien esa noche éramos todos desconocidos y cada cual guardaba su historia de dolor, a medida que se iban abriendo los corazones, se iba tejiendo una red invisible pero muy fuerte donde todos nos íbamos uniendo y sosteniendo,ya que estábamos hablando el mismo lenguaje del dolor y del amor, que paradójicamente se entiende y se comparte sin palabras. Es un lenguaje universal.
Atreverse a andar también supone animarse a encontrarle un sentido a nuestra vida y para eso también hay que mirar para adentro, hacer un viaje hacia nuestro interior, lo cual muchas veces incomoda y sacude estructuras...
Yo seguiré animándome a andar por donde sea necesario y por donde Dios me señale el camino porque siento que esa es parte de mi misión y de la que Mili comenzó...
"Caminante no hay camino,se hace camino al andar"
A seguir andando!!!
(Si alguno quiere organizar una charla/ presentación del libro, no duden en contactarse por este medio o por el mail del blog : milagrosinesperados17@gmail.com
Muchas gracias!)
Muchas gracias!)