Cuando las imágenes hablan

"Hay imágenes que valen más que mil palabras", dice el dicho...y es exactamente lo que me sucedió cuando esta imagen llegó a mis manos.
Contrariamente a lo que me pasaba al escribir otras publicaciones, dónde una imagen podía ilustrar algún pensamiento o reflexión,  en este caso comencé al revés.
Por un lado sentía que ella por sí misma hablaba tan claramente que no necesitaba explicación y que incluso cada lector podía interpretarla a su modo, desde su propia perspectiva, pero por otro lado sentía la necesidad de compartirles mi propia interpretación...

Al escribir el libro contando mi experiencia sobre la muerte de mi hija, cada palabra que salía del corazón, llevaba consigo la capacidad de transformar algo o alguien, como las mariposas que salen de las páginas en esta imagen.
Hay de diferentes tipos y colores y todas ellas van ascendiendo hacia el cielo con seres de luz a su alrededor que las van guiando e iluminando.
Lo lindo de la imagen también es que se ven integrados el cielo y la tierra con el libro como intermediario y las páginas parecen estar sueltas, libres, como para avanzar  o retroceder de acuerdo a las necesidades del lector.
Es un libro que se muestra amigable,cercano y disponible...a la vez que intrigante y desafiante.

No es acaso eso la vida?

Cada uno, de forma personal, la va escribiendo a medida que la transita, con  regalos magníficos que nos ofrece  la naturaleza en todo su esplendor, pero también con las dificultades que tenemos los humanos para reconocernos criaturas y parte de esa naturaleza divina...

Si cada capítulo refleja un aprendizaje de nuestro paso por este plano, ojalá  pueda ese libro tener muchos capítulos, para poder algún día decir:" ya he aprendido todas las lecciones y ahora vuelvo a la luz."

Que las palabras nos transformen, que las páginas nos abracen y contengan, que el libro de la vida esté siempre disponible para ser leído y compartido y que podamos algún día volar alto y agradecer profundamente cada capítulo vivido.